Cuando chocamos con los límites solo nos queda la opción de reinventarnos. Intento posicionar el cuerpo en su límite formal y conceptual y hacer que permanezca en él. Es un espacio ambiguo que permite reinventar la mirada una y otra vez, un espacio que no se define sino que se redefine continuamente. Es entonces, en ese límite, cuando el cuerpo se confunde con la materia y crea espacio.
Retrato III, 2015, hierro y bronce, 32 x 80 x 28 cm
Retrato IV, 2015, hierro y bronce, 75 x 40 x 40 cm
Acotación I, 2015, hierro y epoxi, 130 x 30 x 15 cm
Acotación II, 2015, hierro y epoxi, 130 x 30 x 15 cm
Acotación III, 2015, hierro y epoxi, 130 x 30 x 15 cm