El Nido de Grado del Pico es una instalación site-specific que investiga la apropiación de lugares a partir de la interacción cuerpo-objeto-contexto. La instalación está suspendida entre cinco arboles a diferentes alturas, ofreciendo tránsitos, espacios para estar o zonas para escalar. Cada una de sus partes necesitan de la interacción del cuerpo, es decir, la acción del cuerpo sobre el objeto es lo que permite “crear espacio”. Desde esta perspectiva el espacio es algo plástico, que se puede “modelar”, y su existencia está directamente condicionada por la experiencia corporal del espectador. Por tanto, hablamos de un cuerpo activo que crea espacio y que a su vez dialoga con su contexto para crear paisaje. El cuerpo es el catalizador, el medio y el fin.
La instalación mide unos 12m de largo y parte desde el suelo para alcanzar unos 7m. en su parte más alta. Está realizada en tubos de hierro de 30 mm con sistema constructivo basado en la triangulación y en los fractales. El objeto de adecúa a la morfología de los árboles y transforma el paisaje.
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